Este sábado ha concluido una nueva edición de STEM Talent Girl Cantabria, el programa gestionado por la asociación Mujer y Talento cuyo objetivo es despertar vocaciones femeninas en las profesiones del futuro ligadas a la ciencia y la tecnología. 70 jóvenes cántabras de bachillerato y universidad han participado en los 30 talleres impartidos, las 17 lecciones magistrales programadas o los diferentes encuentros celebrados con mujeres líderes de distintos sectores profesionales.
El presidente de Mujer y Talento, Javier González Portilla, ha destacado en la clausura celebrada en el teatro municipal de Vioño de Piélagos que la asociación trabaja para que el conjunto de la sociedad se beneficie del cien por cien de su talento. “Es ridículo desperdiciar la capacidad de estas jóvenes por un mero sesgo cultural de género, caduco y anacrónico, ya sea en el deporte, en la tecnología o en la gestión empresarial. No nos lo podemos permitir, ni las empresas ni la sociedad en su conjunto”.
La ceremonia de clausura del curso ha contado también con la presencia de la consejera de Educación, Marina Lombó, quien ha animado a las chicas de Mujer y Talento a avanzar para convertirse en “las mujeres referentes de las niñas del futuro”, como antes lo fueran célebres investigadoras como Margarita Salas o Teresa Rodrigo. Por su parte el vicepresidente del Gobierno, Pablo Zuloaga, ha asegurado que sigue existiendo una “brecha de género medible” y ha animado las jóvenes a luchar por “arreglar lo que las generaciones presentes aún siguen sin solucionar”. Por su parte la concejala de Servicios Sociales de Piélagos, Montserrat Luezas, ha insistido en que “cualquier chica puede conseguir hoy en día lo que se proponga y cumplir sus sueños”.
La asociación Mujer y Talento trabaja en la actualidad con más de 120 chicas de toda Cantabria, las cuales participan en diferentes actividades de formación, orientación y mentorización enfocadas a eliminar la brecha de género que existe en determinadas áreas profesionales como la Tecnología o el Deporte. La asociación sigue creciendo y ya son más de 40 empresas las que prestan su apoyo a los distintos programas, que también incluyen áreas como la Cultura y la Sostenibilidad.
Según Javier González, los pasos que dan ahora estas jóvenes “son la garantía de un futuro esperanzador”. Según el presidente de Mujer y Talento, “la pandemia nos ha enseñado la necesidad de estar preparados para lo impensable” y eso sólo es posible con el espíritu que están demostrando cuando participan en las actividades. “Chicas, si seguís en esta línea, mantendremos la esperanza intacta. Vosotras podéis salvarnos”, ha concluido el fundador de la asociación.
Ana Sastre, mujer ejemplar
“Os necesitamos en puestos de responsabilidad y espero que nos podamos encontrar en la industria”. Ese es el mensaje inspirador de Ana Sastre, directora general de Formaspack para las jóvenes de STEM Talent Girl. La historia de la empresaria torrelaveguense es una historia de intraemprendimiento. Ella no creó la empresa, pero sí ha colaborado junto a su familia para pasar de las deudas a convertirse en la referencia nacional del sector. El mensaje para las jóvenes de Mujer y Talento es “que no sientan jamás que no son capaces de hacer lo que se propongan” porque, aunque existen momentos de zozobra y muchas dudas, al final todo eso se puede quedar atrás.
Ana Sastre, el “experimento imperfecto” de una cántabra y un catalán, como dice ella misma, dirige en la actualidad una empresa que factura más de 60 millones de euros y es líder nacional en la producción de envases plásticos para alimentación. Formaspack emplea a 130 personas en la comarca de Torrelavega y actualmente está participada por el fondo de inversión Tres Mares, un compañero de viaje que aporta visión global y ha hecho posible crecer a la empresa hasta el punto de poder producir su propia materia prima y ser de este modo mucho más competitiva.
Ana trabaja con su hermano mellizo, que dirige la producción de sus fábricas, mientras que sus padres han sido siempre su ejemplo y su estímulo. Su padre, el fundador, el empresario del que aprender que después de caer hay que levantarse. No en vano antes de triunfar con Formaspack tuvo tres proyectos fallidos, “tres fracasos”. Su madre, “una profesora muy inteligente”, siempre supo dar buenos consejos a Ana, como el de que acompañara a su padre en un viaje de negocios cuando apenas contaba con diecinueve años y no sabía muy bien qué quería hacer con su vida. En aquel viaje a la feria del embalaje de Barcelona entendió que su futuro estaba en la empresa y que ya nada se pondría por delante.
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