Para estar en sus máximas condiciones físicas y mentales las jugadoras del CD Talent, el club deportivo femenino patrocinado por Mujer y Talento, siguen un estilo de vida saludable que incluye como pieza central una dieta equilibrada.
Hemos tenido la oportunidad de hablar con Cristina García, dietista nutricionista de Gares Nutrición, para que nos cuente su experiencia profesional en la nutrición deportiva y nos enseñe lo importante que es cuidar lo que comemos para estar bien.
Estudié la carrera de Nutrición Humana y dietética en la Universidad de Valladolid y posteriormente realicé un Máster en la Universidad de Barcelona de Biotecnología Molecular. Quise abrirme puertas desde el principio y por eso amplié el abanico de la propia consulta de nutrición a la parte de investigación y desarrollo de principios activos y estrategias nutricionales que mejoraran la salud.
Posteriormente me llamaron de unas prácticas y ahí empecé con mi primer trabajo como nutricionista, hace ahora 5 años. Tengo experiencia en nutrición clínica trabajando mano a mano con un médico durante 3 años en los que pude aprender cómo tratar muchas patologías digestivas.
En la actualidad, teniendo esta base clínica, quise ampliar el campo de actuación como profesional trabajando como investigadora en el Ensayo LifeBreast sobre dieta mediterránea y cáncer de mama de la Universidad de Cantabria en colaboración con el Hospital Marqués de Valdecilla.
Además, empecé a preparar deportistas de fondo como ciclistas y maratonianos . A lo que se sumó la excelente oportunidad de formar parte del equipo de CD Talent, donde poder enseñar a las jugadoras aspectos de la nutrición para mejorar su rendimiento deportivo.
En un principio valoramos con las jugadoras su interés en la nutrición, de manera personal y enfocada al deporte, y la aceptación del nuevo proyecto fue muy buena. Planteamos comenzar con lo básico e ir añadiendo conceptos que formarían a las chicas en los aspectos nutricionales necesarios para mejorar su rendimiento en el campo.
Trabajamos con sesiones individuales y grupales donde resolvimos dudas y conceptos erróneos que les estaban limitando para ser aún mejores jugadoras. A la quincena de trabajar con ellas les preguntaba qué tal se sentían y la respuesta general fue algo así como “más activa y potente en el juego”.
Hemos conseguido que jugadoras con no tanto convencimiento sobre la materia, logren convencerse poco a poco tras ver los resultados y evolución. Ha habido jugadoras, incluso, que han perdido un peso considerable y esto es relevante a la hora de correr y rendir durante el partido, en especial en esos momentos del final en los que se requiere de un esfuerzo extra y que jueguen al mismo nivel para poder ganar.
Es importante formar a las jugadoras desde que empiezan para que con los años integren buenos hábitos y desarrollen una composición corporal adecuada que les permita aportar el máximo en los partidos.
Podríamos mejorar involucrando a las familias, haciendo una o dos conferencias sobre la importancia que tiene el entorno en la alimentación de sus hijos. Sin duda nos iban a sorprender las jugadoras que aún vivieran en casa con sus familias con su mejoría a nivel práctico.
Es fundamental ser conscientes de las posibilidades que tenemos con nuestra comida, por lo que sería interesante realizar talleres de cocina para que podamos aprender a comer saludable con recetas sencillas, apetitosas y creativas.
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